[vc_row][vc_column][vc_column_text]El domingo, en el Campo Argentino de Polo de Palermo, se define el 73º Abierto Argentino de Pato. Por un lado, Nicolás Taberna, euforia y talento al servicio de Los Mochitos Ford Camiones; del otro, Sergio Alberti, el análisis y la estrategia de Los Baguales. Sólo uno alzará el Pato de Plata.

Por Ariel Blanco.-

Cada vez queda menos. Pero sin dudas, los cuatro días que faltan de aquí al domingo serán los más largos del año para varios. Sobre todo para los capitanes de Los Mochitos Ford Camiones y de Los Baguales, que se medirán, desde las 16, en Palermo, por la final del 73º Abierto Argentino de Pato.

En su imaginación, en sus sueños, Nicolás Taberna y Sergio Pipi Alberti repasan una a una las jugadas que desean se presenten en la final. Seguramente, serán noches de vigilia para cualquiera de los ocho protagonistas de la final.

El Vasco Taberna se siente seguro. Conoce a su equipo y ya experimentó más de una vez la sensación de jugar una final de Abierto en Palermo: “Ellos tienen un equipo que viene de abajo, andan muy bien y con muchas ganas. Lo veo un partido difícil pero tenemos un poco más de experiencia nosotros, en lo que significa jugar en Palermo. Aunque muchas veces no quiere decir nada”, advierte el hombre clave de Los Mochitos Ford Camiones.

Y por su lado, el Pipi Alberti quita presiones, sabe que luego, en la cancha, todo es cuestión de 4 contra 4: “No creo que influya Palermo. Todos vamos a tener el mismo nerviosismo hasta que empecemos a jugar y luego se pasa. Le tengo mucha fe a mis compañeros y aunque a veces el lugar te pueda emocionar, los nervios te pueden jugar en contra y otras veces a favor. Esperemos que nos agrande y nos sirva para resolver el partido”, anhela el capitán de Los Baguales.

Tanto Pipi como el Vasco saben que sus ilusiones están intactas. Taberna afirma: “La final la veo bien, los cuatro estamos tranquilos, con muchas ganas. Queremos saldar la deuda que nos quedó del año pasado por no haber llegado a la final”, afirma el hombre de Los Mochitos Ford Camiones. Y Alberti, tampoco se queda atrás: “La verdad que estamos bastante bien, contentos. Complicados con algunas bajas de caballos pero nos han prestado algunos. Son momentos ansiosos, estas cosas no se juegan todos los días y queremos que llegue el domingo.”

Aunque el capitán de Los Baguales, también muestra prudencia: “Los últimos dos partidos fueron los mejores que jugamos. Pero la final será un partido duro, difícil. La diferencia de ventaja está y sabemos que será un partido complicado y esperamos que nos salga todo bien. Los Mochitos tiene varias virtudes que intentaremos neutralizar. Ellos se conocen, y tienen a Nicolás (Taberna) que es el alma de cualquier equipo y maneja muy bien los tiempos. Pero estamos acá y es el partido que todo el mundo quiere jugar, el deseo de cualquier patero, aunque sepamos que en muchas cosas estamos en inferioridad”.

Del otro lado, la euforia y la ilusión del Olimpia de Plata en dos ocasiones, Nicolás Taberna,  rompen con el análisis: “Estamos haciendo un gran trabajo en equipo. Todos, petiseros jugadores, la mucha gente que nos sigue, nuestros amigos, la familia. Como equipo cada vez funcionamos mejor, nos conocemos bastante y en semifinales, con el despunte de Storni, conseguimos era lo que nos faltaba para estar a punto. Vamos por todo”.

Los contrastes a flor de piel. El análisis del Pipi Alberti por un lado, la euforia y la seguridad del Vasco Taberna por otro. Dos estilos, dos equipos, dos geniales finalistas para el tal vez más parejo Abierto Argentino de Pato de los últimos tiempos. Los sueños, las ilusiones, y la gloria, todo se dirimirá el domingo, en el Campo Argentino de Polo, en Palermo, cuando alguno de los dos, levante el ansiado Pato de Plata.

 

 

DPTO. DE PRENSA

FEDERACIÓN ARGENTINA DE PATO

DEPORTE NACIONAL

prensa@pato.org.ar[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]